sábado, 7 de agosto de 2010

Son las 1:30 en punto, y es la hora del almuerzo..
La mesa esta silenciosa. Es que ha comenzado el noticiero, entre que untan sus cucharas en el plato que tienen en frente la familia observa el televisor.

Hace ya mucho tiempo dejaron de impresionarse con los crímenes, las violaciones, y la injusticia. De entristecerse con los llantos de las victimas o de los comerciales de fundaciones sin fines de.. lucro..

El padre tiene cara de angustia, pero no es por la violación que ocurrió anoche a tres cuadras de su casa, No, es por trabajo, Debe apurarse, tiene que volver a la oficina a revisar el informe que sus superiores le ordenaron tener listo el lunes. Por lo que come apurado y más que en el televisor esta concentrado en el reloj que esta sobre este.

La madre por su lado muestra más interés por los productos de la publicidad. Ella siente que su casa estaría mas limpia si tuviera ese genial limpia pisos que asegura eliminar el 99.9% de todas las bacterias. Pero no dice nada, pues sabe que su marido le gritara y comenzará con el asunto de que no hay dinero, de que se rompe la espalda todos los días y blablablá. La única vez que abre la boca es cuando ingiere su ensalada para mantener la dieta y también Cuando de vez en Cuando proclama "por dios" y niega con la cabeza como muestra de desaprobación por algún crimen que están transmitiendo pero que en realidad no le importa

El hijo pequeño no entiende bien los términos extraños del carabinero y se ríe de su tartamudez al hablar, se emociona mucho con las escenas en las muestran el dibujo de la silueta de la victima, la pistola tirada y algo de sangre en el piso. Pero lo que mas le fascina son los comerciales de programas policiales en los que hay tiroteos o derriban las puertas de las casas y entran muchos policías armados. El espera crecer luego para poder verlos, porque es muy pequeño y se duerme antes de que comiencen.

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